Tras dos años sin ellas, Getafe ha vuelto a vivir sus fiestas cómo más le gusta, con normalidad y tranquilidad, además de con mucha gente. Más de 250.000 personas han participado directamente en los eventos que arrancaron con la Bajada de la Virgen el día 26 de mayo y concluyeron ayer con la quema de la Chamá getafense. Queda aún por llevar a cabo la subida de la virgen nuevamente al Cerro de los Ángeles, después de que la Congregación Nuestra Señora de los Ángeles decidiera retrasarla al próximo sábado debido a la ola de calor.
"Es una alegría comprobar que Getafe ha recuperado su músculo participativo, que de nuevo hemos podido disfrutar de las fiestas que nos merecemos tras tantos meses de lucha. Ahora toca evaluar cómo han funcionado los diferentes espacios y comenzar a trabajar para 2023", ha indicado Luis Domínguez, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Getafe.
El último fin de semana de Fiestas ha sido el más participativo, con 60.000 espectadores disfrutando del Desfile de Carrozas, y 30.000 vecinos del Espectáculo Piromusical del lago.
Este fin de semana, el Ayuntaminto no ha registrado incidentes graves. Argumentan que esto ha sido gracias al despliege y el trabajo coordinado entre Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía, tal y como anunciaron antes de las Fiestas la alcaldesa Sara Hernández y la delegada del Gobierno, Mercedes González.
Sin embargo, la Policía Local de Getafe, en su manifestación la semana pasada, denunció que durante el primer fin de semana de fiestas hubo reyertas, peleas en el ferial y en las barras y algunas personas llegaron a tirar vallas, tal y como señalaba José Durán, de UPM, durante la manifestación que realizaron frente al Ayuntamiento de la localidad para protestar por su situación laboral.