Valdemoro está a un paso de colapso general de ciudad, donde ni los servicios más básicos se pueden prestar. Tras los cuatros años de Ciudadanos, asistidos por PP y Vox, estamos en una ciudad donde no puedes jugar al fútbol porque te rompes una pierna, donde no puedes ir al centro de mayores porque no hay calefacción o no puedes practicar natación a riesgo de coger una legionela. Ahora ni morirte puedes, al no recibir sepultura.
En opinión de Serafín Faraldos “Ciudadanos, junto con PP y Vox, han asolado a Valdemoro en estos 4 años, desde su acuerdo de investidura a Sergio Parra. Son los máximos responsables del caos generalizado” Nuestro grupo municipal ha atendido a tres familias que se han encontrado en la siguiente situación en el adiós a su ser querido.
La empresa que gestiona el Cementerio, que viene a ser la misma que gestiona el Crematorio sin reglamento, autorización de uso, ni precios públicos con la aquiescencia del Gobierno Municipal, solo les daba dos opciones: o se procedía al uso de la incineración del fallecido o se depositaba el cuerpo en un habitáculo común. Ante esta situación, las familias pocas opciones tienen.
Da igual que el seguro de decesos tenga cobertura para la cremación o no. Debemos recordar que el coste entre un entierro tradicional es de 3.000 € aproximadamente, y asciende a 10.000 €. En síntesis, es un negocio redondo para la empresa que gestiona el servicio de Cementerio, Tanatorio y Crematorio, que debemos recordar es una de las privatizaciones/concesiones que se hicieron en tiempos de David Conde del Partido Popular en el gobierno de la localidad, siempre bajo la presunta sospecha de los tiempos púnicos.
El pasado 7 de febrero la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Valdemoro – de manera vergonzante sin quorum para celebrarse inicialmente- concede la licencia de obra a la empresa para la construcción de 144 nichos y 66 columbarios. ¿Quién tiene la responsabilidad? Lo cierto es que mientras tanto en Valdemoro no te pueden enterrar, y si no, están condenando a ser incinerados, con el consecuente negocio que ello supone para la empresa interesada.