La policía intervino, en Alcorcón, 60 balas de fusil de guerra a un hombre que las utilizaba como elemento decorativo. La munición, colocada en un cinturón, llevaba bala y vaina, pero estaba vacía,sin pólvora ni pistón.
Las balas son de un calibre prohibido para los civiles, ya que se trata de munición de guerra reservada para el Ejército en conflictos bélicos. Los agentes la han derivado a la Intervención de Armas de la Guardia Civil, unidad encargada del análisis del armamento en posesión de civiles.