La obra del restaurante de la calle Oslo, en Alcorcón, que provocó el incendio en el que murieron dos niños, no contaba con suficientes medidas de seguridad. Esta es la principal conclusión a la que se ha llegado después de que los juzgados hayan prestado declaración a los cuatro obreros y al jefe de seguridad.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Alcorcón también ha tomado declaración a los policías y bomberos que participaron en el operativo como testigos.
La acusación particular, ejercida por los padres del bebé de 9 meses y el niño de 5 años, piden prisión provisional para los 5 investigados, los obreros y el jefe de obra, mientras que la fiscalía se ha desmarcado. Por el momento se les imputa un delito de imprudencia grave con resultado de muerte, aunque esta calificación puede variar en función de cómo se desarrollen las investigaciones.