Tras más de dos años peleando contra la deslocalización de la actividad a Italia, la dirección de Schneider Electric ha anunciado el cese de la actividad, con el traspaso de la actividad a otras plantas a lo largo de 2024 y hasta la mitad de 2025.
Se evidencia la absoluta falta de compromiso y de corresponsabilidad de Schneider con sus plantillas, que llevan tiempo luchando para el mantenimiento de sus puestos de trabajo. Las laxas y poco concretas medidas de acompañamiento que la empresa esboza, demuestran una vez más un cinismo y falta de sensibilidad sin precedentes.
En opinión de CCOO, el cierre no tiene ninguna razón de ser, porque Griñón es una planta rentable, productiva y con una plantilla muy formada, dentro de uno de los sectores más estratégicos del país.
Las movilizaciones continuarán hasta encontrar una solución que conlleve empleo para las plantillas y actividad en la zona.
El próximo viernes 22 de diciembre está convocada una jornada de huelga en la fábrica de Griñón, donde habrá concentraciones a las puertas del centro de trabajo durante toda la mañana.