Juan es un empresario español que planea expandir su negocio de moda de lujo en Reino Unido. Después de largas negociaciones, ha cerrado un acuerdo con un socio chileno para abrir una tienda en Londres. Emocionado, contrató a un servicio de traducciones certificadas para traducir el contrato al inglés. Desafortunadamente, cuando presentó la documentación en el consulado británico, le informaron que necesitaba una traducción jurada, no simplemente una traducción certificada. Juan tuvo que asumir los costes adicionales y retrasos en su ya ajustado cronograma.
Este ejemplo ilustra la confusión habitual que existe entre las traducciones certificadas y juradas. Aunque ambos términos se utilizan, de forma errónea, indistintamente, implican requisitos y procesos completamente diferentes. ¿Quieres saber cuáles son las diferencias entre estos dos conceptos para que te ayuden a tomar la decisión correcta según tus necesidades de traducción? Vamos a ello.
Traducciones certificadas: El rigor de la norma UNE-EN ISO 17100:2015
Las traducciones certificadas se rigen por la norma internacional UNE-EN ISO 17100:2015, que establece los requisitos para los servicios de traducción. Esta norma se centra en garantizar la calidad y la gestión eficiente de los proyectos de traducción, así como en establecer una serie de procedimientos de servicio estandarizados que deben ser cumplidos de forma obligatoria en este tipo de traducciones.
Uno de los aspectos clave de la norma ISO 17100:2015 es la implementación de un sistema de gestión de calidad que involucra procesos rigurosos de revisión y control. Las traducciones certificadas deben pasar por múltiples etapas de verificación, incluyendo la revisión por parte de traductores expertos y la aplicación de herramientas de control de calidad.
Además, la norma establece requisitos estrictos para la gestión de proyectos, lo que implica una planificación meticulosa, el seguimiento de plazos y la asignación adecuada de recursos humanos y tecnológicos. Esto garantiza que los proyectos de traducción se entreguen a tiempo y con un alto nivel de calidad.
Traducciones juradas y sus requisitos
Por otro lado, las traducciones juradas son un concepto legal que se refiere a las traducciones realizadas por un traductor jurado, es decir, un profesional de la traducción que ha sido habilitado por una autoridad competente para traducir documentos con validez legal.
El título de traductor jurado se otorga después de cumplir con ciertos requisitos, como tener un título universitario en traducción o lenguas, superar un examen y prestar juramento ante una autoridad competente. Los traductores jurados tienen la responsabilidad legal de garantizar la fidelidad de las traducciones que realizan.
A diferencia de las traducciones certificadas, las traducciones juradas no están sujetas a una norma ISO 17100:2015, sino que se rigen por las leyes y regulaciones de cada país o jurisdicción.
“Estarían cubiertas por la norma UNE-EN ISO 9001:2015 en servicios de traducción, traducción jurada, revisión, interpretación, interpretación jurada y otros servicios lingüísticos en lo referente a garantizar que todos ellos se prestan conforme a procedimientos, normas y demás documentos técnicos y de calidad que la empresa ha establecido previamente”, según explican desde BCB Soluciones.
Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre traducciones certificadas y traducciones juradas? La principal radica en la validez legal jurídica de los trabajos de traducción. Las traducciones certificadas cumplen una serie de requisitos y procesos estandarizados para garantizar la calidad y la gestión eficiente de los proyectos, mientras que las traducciones juradas son las únicas que tienen autoridad legal y cuentan con validez jurídica en el ámbito correspondiente.
Compromiso con la calidad de los estándar internacionales
A pesar de no tener validez legal, las traducciones certificadas son realmente importantes y las más utilizadas hoy en día. Por ello, a la hora de contratar un servicio de traducción, hay que tener la certeza de que la compañía contratada se ha sometido a una serie de auditorías internas y externas periódicas para cumplir con la certificación ISO como son la norma ISO 17100:2015 o la norma de calidad UNE-EN ISO 9001:2015.
“Estas certificaciones ISO son ampliamente reconocidas y valoradas al ser un sello de calidad y confianza para los clientes. Las empresas que contamos con estas certificaciones demostramos nuestro compromiso con la excelencia y la mejora continua”, subrayan desde esta agencia de traducción.
Debido a las diferencias entre unas traducciones y otras, y para no cometer errores como el de Juan, es importante comprenderlas para elegir el servicio de traducción adecuado según las necesidades específicas.
Si se requiere una traducción con validez legal o para fines oficiales, es necesario optar por una traducción jurada. Por otro lado, si la prioridad es la calidad y la gestión eficiente del proyecto, las traducciones certificadas son una excelente opción respaldada por estándares internacionales.
En el mundo global de hoy en día, donde las empresas y las transacciones son cada vez más internacionales, contar con una empresa de traducción de confianza y de alta calidad es esencial. Porque, al menos, le habría aconsejado a Juan que no necesitaba una traducción certificada para empezar a hacer negocios en Reino Unido.